domingo, 18 de noviembre de 2018

EL VIVO VIVE DEL BOBO (Crónica)


EL VIVO VIVE DEL BOBO
(Crónica)

En el mes de agosto se sucedió en Bogotá la crónica que ahora voy a referir: Yo estaba esperando el TRANSMILENIO hacia las 4 pm, en la estación AVENIDA CIUDAD CALI, en la calle 80. El articulado llegó y lo abordé rápidamente. Iba atestado de gente así que tuve que acomodarme de pie en la parte final del vehículo. Cuando subí noté que una señora cristiana iba discutiendo sosegadamente con una chica de unos 22 años y un chico de unos 17, porque ambos habían abordado el servicio sin pagar, exponiendo su vida. El más contestatario, hasta el límite mismo de la grosería, fue el muchacho. Palabras más, palabras menos, el dialogo transcurrió así (en su parte inicial, que fue decente y sin ofensas de parte de los jóvenes), antes de los improperios:

- ¡Hijo! ¡Lo que haces de colarte en TRANSMILENIO está mal! Eso atenta contra la honestidad de la ley de Dios.
- ¡Mi señora! Usted está mal… ¡Estamos en un país corrupto que es Colombia! ¿Cómo pretende usted que me comporte de otra manera?
- ¡Por más que sea! Esa cultura del no pago y del ventajismo no la debemos apoyar. Uno saca el dinero mensual para el transporte porque así debe ser... ¡Es lo justo! Pagar por el servicio del que se disfruta…
- ¡No mi señora! ¡Eso nunca lo voy hacer! En lugar de regalarle $2.300 a TRANSMILENIO, prefiero comprarme un kilo de arroz… ¡Qué tal! ¡Mire señora! Usted lo que es una #$%&#... ¡A mí no me j***!

Ante esta andanada inusitada de insultos y agresiones salidas de tono la señora, muy dignamente, optó por callarse.  La muchacha poco intervenía, pero se reía con sorna y redomada ironía, muy divertida. Cuando ambos se bajaron en la siguiente estación QUIRIGUA, lo hicieron entre grandes risotadas y aspavientos. La chica dijo entonces en voz altisonante:

- ¡Mañana nos volveremos a colar!

¿Hasta qué niveles de descomposición ética y social hemos llegado, al menos en unos sectores de Bogotá y quizás en Colombia? Los honestos, por serlo, ¿pasamos a ser los “bobos”, los “idiotas útiles”, los “malos del paseo”? El muchacho, entre todo lo que dijo, arrojó esta perla justificadora de su dudosa conducta: ¡El vivo vive del bobo! 

Mientras Colombia tenga jóvenes que piensen de esta manera está condenada al fracaso en el futuro, fruto de una generación antiética, perdida y sin reglas ni horizontes claros. No estoy diciendo que sean todos los jóvenes, porque he tenido alumnos que son auténticos caballeros y damas, gracias a Dios. En Colombia todavía hay familias que han educado a sus hijos en los valores éticos que constituyen el tejido social. Dios quiera que sean la regla y no la excepción. En cuanto a ese tipo de conducta se la debe condenar con todo el rigor y la justicia de lo que está malo, porque no es otra cosa. ¡Lo que está mal está mal y no se debe soslayar ni disimular con falacias y sofismas justificadores de los propios mezquinos intereses!  ¡Colombia patria mía, te llevo con amor en mi corazón!

¿Qué piensan ustedes?

Gracias

NABONAZAR COGOLLO AYALA
Madrid – Cundinamarca
Noviembre 18 de 2018




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