domingo, 27 de noviembre de 2016

EL ORGANIZADOR CIVIL DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA




Estatua del Gral. FRANCISCO DE PAULA SANTANDER (1792-1840), en el parque de su mismo nombre, en Bogotá (Colombia). La casa donde originalmente vivió Santander en Bogotá se ubicaba en el sitio donde hoy en día se levanta el edificio de  Avianca. El 28 de septiembre de 1828, mientras Simón Bolívar le hacía una visita conyugal a su amante, la quiteña Manuelita Sáenz, el Libertador casi es asesinado esa noche por sus enemigos políticos. Pero afortunadamente Manuelita lo defendió, logrando que escapara por el balcón. Bolívar huyó de la casa de la quiteña por la callecita de San Carlos arriba, amaneció bajo de un puente sobre el río San Agustín. Bolívar retornó al Palacio al día siguiente y ordenó una rigurosa investigación sobre los conspiradores que intentaron asesinarle. Se investigó a Santander y se le halló culpable. Santander huyó entonces del país y anduvo por Europa y los Estados Unidos hasta 1832. Una vez muerto Bolívar (17 de diciembre de 1830), Santander regresó al país y se puso al frente de la presidencia. Ya no de la Gran Colombia (Esta se había disuelto en 1830), sino al frente de la Nueva Granada. Gobernó nuestro país hasta su muerte en 1840. Falleció en su casa de Bogotá, lugar que fue demolido y hoy en día es ocupado por el edificio de Avianca antes mencionado. Al frente del mismo se eleva la orgullosa estatua del organizador civil de la actual República de Colombia, luego del fallecimiento del Libertador.

NABONAZAR COGOLLO AYALA






sábado, 26 de noviembre de 2016

LA LÓGICA DE LOS NUEVOS TIEMPOS Por: Nabonazar Cogollo Ayala

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LA LÓGICA DE LOS NUEVOS TIEMPOS
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Profesor, si mi hijo perdió el año por su materia fue por su culpa
Usted nunca le cayó bien, decía que usted era viejo, feo, gordo y chistoso
En las clases se ponía a jugar porque no le llamaba la atención
lo que usted explicaba. Él decía… ¿Para qué me va a servir eso en la vida?

Las tareas nunca se las hizo porque usted nunca se tomó el trabajo de recordarle el día anterior que tenía que hacerlas, imprimirlas y traerlas
Las explicaciones suyas antes que gustarles le daban rabia porque decía que usted como que sabía mucho, quizás demasiado y eso lo sacaba de sus casillas. 
¡Pobrecito, mi chiquito!

Le molestaba mucho que usted le dijera que las tareas las había bajado de internet, eso era verdad pero su deber era aceptárselas
porque por algo se esforzó y se gastó medio cartucho imprimiéndolas.
Él decía que usted solo tenía que ponerle el 5,0 y ya. Y felicitarlo ante sus compañeros por juicioso y cumplidor de su deber.
¡Hubo gente que no le presentó a usted nada!

Él protestaba cuando usted lo regañaba por jugar en clases,
charlar por celular o jugar con sus distractores electrónicos. ¡Profesor! Son los nuevos tiempos, entienda. Usted limítese a dictar sus temas que él a su manera le pone atención. Eso sí, cuando él pierda la asignatura no me le venga a echar las culpas al pobre muchacho, que él qué culpa de nada tiene.
Para eso se pagaba una pensión… qué pretendía usted o qué.
Él estatua no es y quieto no se va a quedar.

Él decía que usted era un fastidioso porque en sus clases no lo dejaba sentarse junto a la novia que tenía en el curso, darle un besito, refregarse los pantalones y tocarse sus partes íntimas.
¿Qué tenía eso de malo? ¿Qué el Manual de Convivencia? ¡
Eso nadie lo cumple, no sea cansón, profesor. Ganas de montársela a mi pobre muchacho, que tiene mucho amor para dar y usted jamás entendió ni le quiso aceptar eso.

Él se enojaba mucho cuando usted no lo dejaba comerse sus onces o parte de su almuerzo en clase y compartirle a buena parte del curso. Profesor, entienda, a él le daba mucha hambre y los compañeros se antojaban de verlo comer. ¿Qué tenía de malo comerse su brontoburger con papas y una gaseosa de 16 onzas mientras usted explicaba sus temas? ¿Qué dejaba reguero en el suelo? ¡Levántelo profesor! Para eso le pagan a usted.
Levantar una mugrecita de mi niño no le va a hacer ningún daño. Por eso no me le iba a hacer anotación en el observador.
¿Es que una persona no tiene derecho a tener hambre?

Por eso insisto, profesor… ¡Si mi hijo perdió el año fue por su entera culpa!
Él solo iba diario y dispuesto a estudiar. Y usted se la montaba todo el tiempo por las cosas más bobas de la vida.
¡Mi pobre muchacho! Víctima de la tiranía de un profesor malvado.

Madrid (Cundinamarca)
Noviembre 26 de 2016

domingo, 13 de noviembre de 2016

EL RELOJ SUIZO DEL PARQUE NACIONAL DE BOGOTÁ D.C.


En el centro del PARQUE NACIONAL ENRIQUE OLAYA HERRERA, de Bogotá D.C., se levanta este hermoso reloj mecánico. Fue donado por Suiza a la ciudad el 6 de agosto de 1938. Recordemos que el 6 de agosto se celebra tradicionalmente la fundación de Santa Fe de Bogotá, por parte del licenciado en leyes, el español Gonzalo Jiménez de Quesada. La ciudad se convertiría entonces en eje colonizador y civilizador del interior de lo que actualmente es Colombia.  El 31 de julio de 2008, en el marco del centenario de la firma del Tratado de Amistad, Establecimiento y Comercio entre Colombia y Suiza; expertos suizos vinieron y reconstruyeron la maquinaria del reloj y le hicieron mantenimiento. En noviembre de 2013 le volvieron a hacer mantenimiento. Esto es posible gracias a la colonia suiza en Bogotá cuyos integrantes lo cuidan y mantienen funcionando para recordarle al mundo que Colombia y Suiza son naciones amigas y lo serán siempre. Un verdadero ejemplo de civismo para todo el país, que merece ser imitado.

NABONAZAR COGOLLO AYALA


lunes, 7 de noviembre de 2016

CUNDINAMARCA: UN DEPARTAMENTO SIN CAPITAL REAL


Un aspecto del edificio de la GOBERNACIÓN DE CUNDINAMARCA, en la avenida calle 26, en el CAN de Bogotá. Cundinamarca es ciertamente un departamento atípico en Colombia. Nominalmente su capital es Bogotá D.C., pero en la realidad práctica no es así. Aun cuando su sede gubernamental se encuentre en Bogotá, lo cierto es que los bogotanos no votan para escoger ni Asamblea Departamental de Cundinamarca ni tampoco gobernador. Ahora bien, el gobernador cundinamarqués no tiene nada que ver en la toma de decisiones del Distrito Capital, para ello basta y sobra con el Alcalde Mayor de la ciudad, que es electo popularmente y está considerado el segundo cargo de importancia después del presidente de Colombia. De otra parte, tampoco el alcalde de Bogotá, ni su gabinete de secretarios, ni las alcaldías locales del Distrito, tienen nada que ver en la toma de decisiones de Cundinamarca. Desde el punto de vista presupuestal, ambas entidades son independientes en el manejo de sus propios recursos. ¿Cundinamarca carece entonces de capital? En la práctica sí. Por eso varios mandatarios cundinamarqueses vienen proponiendo que la capital real y efectiva del departamento sea Fusagasugá, donde se halla la casa rectoral de la Universidad de Cundinamarca. Esto sería más acorde con la realidad política y administrativa del Departamento. Cundinamarca en lengua muisca significa 
“Comarca donde habita el cóndor”. 

NABONAZAR COGOLLO AYALA 








sábado, 5 de noviembre de 2016

REVERENCIAMOS EN COLOMBIA AL QUE ORQUESTÓ LA DIPLOMACIA QUE NOS RECORTÓ EL MAPA...


Me cuesta mucho trabajo aceptar que en el barrio Teusaquillo de Bogotá, en el Parque Brasil (construido por ese país suramericano), exista un busto en homenaje al jurista y diplomático brasileño, JOSÉ MARÍA DA SILVA PARANHOS (Junior), Barón del Río Branco (1845-1912). Este señor es reverenciado en Brasil como uno de los pro hombres de esa patria, con el título de “PATRONO DE LA DIPLOMACIA Y DEFENSOR DE LA SOBERANÍA DE BRASIL”. Diplomático muy hábil y versado, que logró recortar el mapa a las siguientes naciones: Guyana Francesa, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Argentina y Paraguay, siempre a favor de la enorme república brasileña. Y todo ello sin disparar un solo tiro, en el campo de la democracia y el entendimiento. DA SILVA tuvo mucho que ver con la pérdida del equivalente a dos departamentos amazónicos colombianos, a favor del Brasil también, con la firma de los tratados fronterizos: VÁSQUEZ COBO – MARTINS (1907) y GARCÍA ORTIZ MANGABEIRA (1929), porque la política geofágica de hacer presencia militar en territorios en disputa para después alegar posesión legal sobre ellos, era la estrategia favorita de JOSÉ MARIA DA SILVA. Y nuestro país la sufrió en carne propia. 

¿REVERENCIAMOS EN COLOMBIA AL QUE ORQUESTÓ LA DIPLOMACIA QUE NOS QUITÓ TIERRAS? No entiendo esta extraña lógica, arrodillada ante el extranjero. Si yo fuera presidente de Colombia arrancaba ese indigno busto y se los mandaba a Brasilia para que le dieran mejor uso. No debe estar en Colombia, por dignidad nacional. Esa es mi forma de pensar al respecto.

NABONAZAR COGOLLO AYALA






miércoles, 2 de noviembre de 2016

REFLEXIONES SOBRE EL IMPORTACULISMO INFANTIL Y JUVENIL EN EL ACTUAL SISTEMA EDUCATIVO COLOMBIANO Por: Nabonazar Cogollo Ayala

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REFLEXIONES SOBRE EL IMPORTACULISMO INFANTIL Y JUVENIL
EN EL ACTUAL SISTEMA EDUCATIVO COLOMBIANO
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Desde el sistema educativo legal vigente en Colombia nosotros mismos, como pueblo, como sociedad y como Estado,  hemos venido fomentando entre nuestros niños y jóvenes la preocupante actitud del escepticismo radical e indiferente, con visos de cinismo, que desemboca eventualmente en anomia (negación de las normas), en los casos más extremados y que se expresa en toda su crudeza con la lapidaria frase: ¡Me importa un c…!  Este desconocimiento flagrante de las normas tiene muy preocupados a padres, maestros, autoridades e instituciones educativas en los diferentes espacios de la vida colombiana. Las obligaciones más serias y graves se mandan olímpicamente al chorizo, precisamente porque les hemos enseñado a nuestros muchachos que… iSi no fue para hoy, podrá ser para mañana!; Siempre hay una segunda oportunidad mijito, deje así; No hay que exagerar con eso de las normas, papacito… ¡Si se hicieron fue para violarlas!  

Y los resultados son los siguientes, veamos algunas perlas:

·      Para mañana había que entregar un ensayo de filosofía, mijo… ¿Es que no lo piensa hacer? -¡Me importa un c…! ¡Para eso se hicieron las recuperaciones!

·      Oiga mijo, ayúdemele a su hermanita con esas sumas y restas grandes que no las entiende…. -¡Me importa un c…! ¡Problema de ella, no mío!

·      ¡Oiga estudiante! ¿Cómo así que usted no se sabe las tablas de multiplicar a sus 15 años? -¡Para eso se hicieron las calculadoras, viejo cucho prehistórico! ¡Me importa un c…!

·      ¡Oiga jovencito! ¿No ve que está invadiendo  el espacio de la ciclorruta? ¡Va a provocarles un accidente a los ciclistas! -¡Me importan un c… sus culas normas! ¡Yo hago lo que se me pegue la p… gana y ya!

La exageración de las oportunidades, en un sistema educativo que prohíja la recuperación de la recuperación de la vuelta a recuperar, ha dado al traste con el sentido del cumplimiento del deber entre nuestros muchachos, es decir, con la responsabilidad y con la disciplina. Alguien dirá… 

¡Pero eso era con el anterior decreto, con el 230 de 2002 que decía que solo el 5% de los alumnos de cada colegio, podían perder el año! Ya con el decreto que lo derogó, el 1290 de 2009, las cosas son a otro precio. Ahora las instituciones educativas pueden implantar su propio sistema de promoción, pero deberán acogerse a una escala nacional de desempeños, para efectos de certificación y notas, cuando los alumnos pasen de un colegio a otro; o cuando acaben sus estudios.

A quienes esto digan yo les diría que el decreto 1290 convirtió la educación primaria, básica y media colombiana en una Torre de Babel, porque relativizó al límite mismo del absurdo los planes y contenidos curriculares. El decreto 230 (al menos su espíritu laxo e híper permisivo) continúa aún vigente en la actual legislación que así lo permite. He conocido colegios donde no se dictan las áreas fundamentales del currículo, establecidas por ley… ¿Y por qué no las dictan? Porque se amparan en su Proyecto Educativo Institucional (PEI), que así se los permite (?), hasta el propio desconocimiento de los estándares curriculares del Ministerio de Educación Nacional  y de lo establecido en la Ley General de Educación y decretos reglamentarios, sobre el particular. ¿Qué dictan entonces esos colegios? En lugar de matemáticas, español, inglés, ética, ciencias sociales o ciencias naturales, dictan cátedras como periodismo comunitario, psicofísica, proyecto de vida, investigación dirigida o radiodifusión, entre otras. Resultan muy reveladoras al respecto las significativas declaraciones del ingeniero japonés, residenciado en Colombia, Hiroshi Kaneko, en el documental ¿Por qué los colombianos somos pobres? del programa antioqueño La línea.  Veamos unos apartes. (Se mantiene el español defectuoso del entrevistado):

…(El) Japonés sí cumple (con) lo que tiene que enseñar y organiza materiales en las temas (sic), todo esto (…) Colombia, yo estoy mirando por la experiencia de la educación de mis hijos, (que) es muy variable, muy variable. De un colegio a otro y diciendo cosas diferentes (sic). Textos, hay muchas variedades de editor (sic) Incluso japonés hasta nivel noveno, todo el año gobierno Japón entrega textos a cada niños, cada niños (sic), con materia y todos, gratuitamente. ¿Qué quiere decir? Que es como emparejar la tema, temarias de educaciones (sic) hasta (el) nivel que tiene que llegar[1]

¿Ven a qué me refería cuando decía que el sistema educativo en Colombia, para primaria, básica y media, se convirtió en una Torre de Babel? Cualquiera puede verlo y/o vivenciarlo, hasta un extranjero. Conclusiones:
Nuestro sistema educativo cayó en un relativismo absurdo que fortaleció las instituciones educativas, oficiales y privadas, lo que ha ido en franco detrimento de la calidad educativa impartida e hizo trizas la pretendida unidad curricular de contenidos.
Ese bosque enmarañado de planes, currículos, contenidos y asignaturas, ha contribuido a que nuestros niños y jóvenes se desentiendan de sus obligaciones estudiantiles, ante un sistema educativo poco coherente y variable, que pareció haber perdido el norte hacia el cual seguir.
Directa e indirectamente les hemos enseñado a nuestros niños y jóvenes que las obligaciones no son tan importantes, que los valores morales son negociables e inclusive, que los deberes éticos se podrían posponer o que se les podría sacar el cuerpo, impunemente.

¿Cuál ha sido entonces el más terrible y nefasto resultado, hoy por hoy? Que lo digan nuestros niños y jóvenes con su proverbial y lapidaria frase: ¡Me importa un c…!
nacoayala@gmail.com
Madrid (Cundinamarca), enero 12 de 2013



[1] PROGRAMA LA LÍNEA. ¿Por qué los colombianos somos pobres? (Video). Medellín (Colombia) 9 de octubre de 2012. (Los subrayados son míos)